Las islas se encuentran en la bahía Georgiana del lago Hurón. La casa, también conocida como Table Rock Cottage, se encuentra en la isla más grande de la colección.
El arquitecto canadiense William Grierson construyó Table Rock Cottage en 1971 como refugio de verano para su familia, según el anuncio.
"Sólo se puede acceder a la isla en barco. Cuando éramos niños, mi hermano y yo pasábamos allí veranos enteros y los amigos de la familia venían a quedarse", señala a Business Insider Sarah Waterfield, actual propietaria e hija de Grierson.
George Webster junto con Royal LePage Meadowtowne Realty tienen el anuncio.
Exit 509 Photography y Google Maps
Una de esas islas es una pequeña isla de roca conocida como Moby Dick. Las otras 5 islas tienen un tamaño más pequeño que una hectárea, según el anuncio.
Las casas de la Bahía de Georgia tienen un precio medio de 1,2 millones de dólares canadienses (890.000 euros), según datos de la plataforma inmobiliaria canadiense Zolo.com.
En la actualidad, hay 12 islas privadas en la Bahía de Georgia en venta, con precios que oscilan entre los 3,5 millones de dólares canadienses (2,6 millones de euros) y los 1,1 millones de dólares canadienses (818.000 euros), según la plataforma inmobiliaria Private Islands Inc, que se dedica a las propiedades insulares.
Las islas estaban deshabitadas cuando Grierson las compró en 1965, según un extracto de un libro sobre la carrera de Grierson que Waterfield envió a Business Insider. Titulado William Grierson: Obras seleccionadas, fue escrito por la esposa de Grierson, Joan, junto con el escritor Alex Champlin.
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La única señal de que alguien más había estado en la isla antes que Grierson era una placa de latón que dejaron los Servicios Hidrográficos de Canadá como registro de su visita en 1961, según el libro.
El amplio tejado inclinado de la casa se sostiene con 24 columnas de hormigón colocadas a lo largo del perímetro exterior de la casa, según el libro. En el centro de cada columna hay una varilla metálica empotrada en el suelo para garantizar que el edificio pueda soportar las tormentas.
"Incluso en los días de lluvia, hay una maravillosa sensación de tranquilidad y nos reunimos junto al fuego para jugar a juegos de mesa y beber té", comenta Waterfield.
Waterfield y su hermano pasaban mucho tiempo jugando en las olas: pescando, buceando e incluso navegando.
"Por aquel entonces, el tiempo de verano parecía interminable", afirma Waterfield. "Es un lugar muy especial y tiene su propio ritmo, como las islas".
La isla es remota, pero Waterfield asegura que había mucho que hacer cada verano cuando estaban allí.
"Lejos de estar ociosos, siempre estábamos ocupados trabajando en el siguiente proyecto, ya fuera la construcción de un nuevo muelle, la construcción de un cobertizo o incluso pintando las sillas del comedor", añade Waterfield.
Cuando se construyó, Table Rock Cottage funcionaba con un generador de petróleo. Grierson instaló paneles solares en la década de 1980, según el libro.
"El edificio permite que haya mucha gente, así que todo el mundo tiene su propio espacio y nunca parece abarrotado", apunta Waterfield.
Para el sistema de agua y fontanería, Grierson tuvo que abrir el lecho rocoso de la isla y crear una zanja donde colocar las tuberías, según el libro.
Cuando se construyó la casa, Grierson hizo instalar muelles flotantes, según el libro. Sin embargo, a menudo resultaban dañados por los fuertes vientos y las lluvias torrenciales, lo que provocaba que se desprendieran y salieran a flote en aguas abiertas.
"El sitio es espectacular, con extraordinarias puestas de sol, estrellas fugaces y lunas de agosto. No hay ningún otro lugar como éste en la Tierra", concluye Waterfield.
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