PRUEBA: Volkswagen Grand California 600 - Periodismo del Motor

2023-02-22 17:30:38 By : Ms. Jinshi Tian

En un momento en que la Covid ha disparado la venta y el alquiler de las furgonetas camper y el turismo rodante, había que estar ‘a la altura’ entre tanta competencia. Y es precisamente eso lo que derrocha este vehículo: preparación máxima y altura para todo, desde las escapadas puntuales que casi surgen sobre la marcha un viernes por la tarde hasta los viajes más largos y planificados para varias semanas, meses… lo que quieras. Porque este vehículo de 5.986 mm de largo y 3.094 mm de alto viene de serie equipado hasta los topes, para que lleves una auténtica casa, pero no ‘a cuestas’. Porque su motor 2.0 TDI de 170 CV hace que tus desplazamientos resulten hasta ágiles.

Si has echado un vistazo al sector, este tipo de vehículos no son nada baratos y todo va en función de tus gustos y necesidades. Hay quien prefiere un vehículo mixto, derivado de turismo, para abatir asientos y meter las tiendas de campaña los fines de semana o en verano; otros optan por furgonetas con más espacio de carga que plazas; los hay que compran furgones de chapa para su trabajo diario y luego acampan con ella cuando surge, con todo tipo de accesorios -toldos, sillas plegables, cocinas de intemperie, colchonetas hinchables… – comprados por Internet para fugarse de la realidad a un precio más económico.

Sin embargo, si eres de los que tiene claro que prefiere hacer muchos kilómetros sin pasar por hoteles ni apartamentos y con todas las comodidades posibles, preferirás dar el salto a las furgonetas ‘camperizadas’. Y esta que aquí probamos, la Volkswagen Grand California 600, es una de las opciones más completas que existen en el mundo.

La marca alemana es, sin lugar a dudas, una de las pioneras en este sector, ya que lleva haciendo este tipo de vehículos desde hace más de 60 años. Las primeras furgonetas -conocidas como Transporter o ‘Bullis’ o T1 y T2– estaban construidas sobre la base del VW Escarabajo, así que ofrecían mucho espacio, grandes soluciones para la época, pero un voluntarioso motor bóxer en disposición trasera que las hacía muy limitadas dinámicamente, a pesar de su encanto y posteriores reminiscencias ‘hippies’. Luego, la T3 fue toda una revolución al ser un vehículo totalmente renovado por fuera y por dentro, con una colección de ideas y soluciones integradas que marcarían, para siempre, el camino de las furgonetas camperizadas, en la propia marca y en toda la competencia.

COMPARATIVA: Volkswagen T2 ‘Bulli’ vs California

Así, tras las distintas evoluciones, hoy a la ’T’ más actual se le llama ‘T6’, pero en realidad hace mucho que Volkswagen le dio una vuelta a sus denominaciones comerciales para diversificar sus productos y la cosa es un poco más compleja. Pero para que no te líes demasiado, podemos resumir el asunto en que las T6 son:

Hoy toca probar de pronto la Volkswagen Grand California 600. Y ¿estará a la altura de nuestras expectativas, como decíamos al principio? Pues para empezar, aunque no te lo parezca, lo primero que debes pensar es que su configuración la hace especialmente polivalente: al no tratarse de una roulotte ni de una autocaravana, es curioso lo versátil que puede ser una furgoneta tan camperizada. Porque lo normal es que la tengas más a mano que las otras dos opciones (yo la había aparcado en la puerta de casa, aunque no me cabía en el garaje) y que puedas maniobrarla mejor por la ciudad y por los municipios que te encuentres en tu camino, sin que se disparen demasiado los consumos ni tengas la velocidad máxima limitada en muchos países a 80 km/h.

Pero sobre todo, lo que más me gusta de un vehículo así -que tiene semejante equipamiento y todo integrado- es que puedes organizar al detalle un largo viaje de semanas o meses, en un mismo lugar o de forma itinerante (haciendo un recorrido más extenso, con paradas)… o escapar ahora mismo adonde quieras, sin necesidad de pensar en tiendas de campaña, sacos de dormir, cubertería y vajilla (porque si es tuya, tendrás todo a bordo, por si acaso)… ¿Y la comida? Pues puedes hacer una gran compra o improvisar en estaciones de servicio y mercados de campings, sin preocuparte de que sean alimentos perecederos o no, porque entre todo lo que lleva, está la nevera, con varias alturas y congelador. Y esa sensación de libertad, paradógicamente, ¡no te la dan otros vehículos!

Otra cosa es que puedas acampar libremente en cualquier sitio. Ya te advierto de que España no es el paraíso para ello, puesto que en otros países del entorno son más flexibles para eso. Sin embargo, dado que no es algo que dependa de los fabricantes, te recomendamos que eches un vistazo por ahí en Internet antes de salir a carretera. Más que nada, para cuando tengas que echar números y plantearte si te merece la pena una inversión que no es pequeña.

Dicho esto, arrancamos esta bonita unidad que, aunque no lo creas, tiene pocos ‘extras’, puesto que uno de los puntos fuertes de la Grand California es que viene cebada del equipamiento que luego desgranaremos. Por fuera, sólo se le ha añadido la pintura bicolor Blanco Candy/Beige Mojave Metalizad (3.290 euros) en vez de blanca, que la hace aún más llamativa -ten en cuenta que eso puede ser bueno o malo- y las llantas de aleación de 17” (1.905 euros). Particularmente, si vas a darle a la furgo la vida que merece -viajes largos, zonas rurales, empedrados, asfalto irregular, salidas de tierra a áreas de descanso y parcelas de camping-, con unas llantas de chapa de 16” y sus tapacubos irías más que sobrado. Y probablemente, sería mejor gastar dinero en una rueda de repuesto (-210 euros-, para que un pinchazo no te arruine las vacaciones), en una calefacción autónoma (2.630 euros) y, especialmente, en una cámara de aparcamiento (310 euros), porque el asistente por radar que viene de serie se te quedará corto en las primeras maniobras. ¡Y no digamos cuando tengas que ajustar la zaga al hueco entre dos árboles o a un poste con toma de enchufe, por ejemplo!

PRUEBA: Volkswagen California T6.1 Beach Tour

Una vez en marcha, lo cierto es que el puesto de conducción es una gozada. La postura al volante es erguida y casi perfecta, los pedales quedan muy bajos para que los pises casi sin esfuerzo y la fatiga sea mínima con el paso de los kilómetros (recuerda que esto está pensado para hacer muuuuchos). El asiento incluye de serie un montón de reglajes mecánicos y eléctricos para estar muchas horas ahí, tanto en marcha como al girarlo para que sea parte del mobiliario, junto a la mesa plegable que tienes detrás, al lado de la banqueta de dos asientos que hay para los pasajeros (este vehículo está homologado para 4 plazas).

La visibilidad es absoluta, gracias también a una amplísima zona acristalada y a la buena disposición de los retrovisores (con doble espejo, para que el inferior siempre te permita localizar dónde acaba este portento de casi 6 metros), factores especialmente interesantes a la hora de circular, adelantar o maniobrar.

Teniendo en cuenta lo que llevas a tus espaldas en los giros, el confort es tal que pronto te ‘olvidas’ un poco de que vas sentado en una caravana tan grande. El radio del volante multifunción es propio de un turismo convencional, al igual que las sensaciones en carretera una vez que has cogido ritmo y has pasado por una mínima adaptación. Y la buena respuesta del motor 2.0 TDI de 170 CV con AdBlue, asociado a una caja automática de 8 velocidades contribuye decisivamente a que el viaje sea muy confortable y atrás queden aquellas sensaciones de ‘camión’ de viajes similares antaño, con repechos en los que había que reducir dos y tres marchas, pelearse con una dirección imprecisa, olvidarse de rebasar a vehículos aún más lentos… Y el control de velocidad adaptativo que lleva esta unidad también es muy de agradecer, con el fin de despreocuparse de los continuos radares que vayamos encontrando a nuestro paso y de optimizar los consumos, -que aunque nunca hemos sobrepasado los 10,5 litros a los 100 en zonas desniveladas, no son los de un turismo más ligero y pegado al asfalto, claro, y también es un factor que entra en el presupuesto de las vacaciones-. Volkswagen declara de 10,7 a 12,6 l a los 100 km, según WLTP.

La mayor resistencia al viento sí que te recuerda dónde estás subido, tanto en aumento de la sonoridad como en ligeros meneos del conjunto, que a velocidades legales no llegan a hacerte sentir inseguro en ningún momento (también ayuda lo suyo que incluye de serie el asistente de viento lateral). Eso sí: tienes que estar dispuesto a que todos los añadidos camper suenen un poco en marcha -a mí no me ha resultado muy molesto- y a asumir que los badenes y resaltos de las zonas urbanas te obligarán a reducir la marcha un poco más de la cuenta -para que la distancia entre ejes (3.640 mm) y la dureza del conjunto no sea excesiva para los pasajeros ni lo haga temblar todo (aunque los muebles están muy compartimentos y todas las puertas de armarios y los cajones cuenten con cierres de seguridad para que sea difícil que algo se caiga en marcha).

Como ves, por mucho que pretendamos separar en esta prueba de la VW Grand California 600 la parte dinámica de la estática, es algo complicado, porque todo se relaciona bajo la carrocería. Y ahora, llega el momento de hablar de la vida a bordo, lo que verdaderamente justifica o no dar el salto a un vehículo así. Tener una palanca de freno de mano que una vez accionada vuelve a quedarse a ras del suelo es una de las mil soluciones que trae de serie esta caravana (para que puedas girar el asiento 180 grados con una palanca y sin tener que elevar a tope la butaca antes para no pillarte -literalmente- los dedos). También, otros ‘básicos’ de la funcionalidad y el confort: asientos delanteros separados por una gran distancia, reposabrazos abatibles y suelo plano, con el fin de que puedas acceder cómodamente a la parte de atrás -a la ‘vivienda’, propiamente dicha- sin verte obligado de salir al exterior, pasar frío o calor, mancharte los pies, mojarte si llueve… y mantener mejor la temperatura interior (instales el sistema de climatización autónoma -con aire acondicionado y calefacción independientes de la del coche- o no).

Y lo mejor para los adultos -especialmente, si mides 1,90 m como yo-: el momento de amortizar la altura de la VW Grand California 600. Puedes caminar totalmente erguido desde el puesto de conducción hasta la cama principal (en la zaga, sobre el maletero), sin dolores de espalda y sin sensación de claustrofobia, por muy mal tiempo que haga. Esta configuración también permite alojar una segunda cama -de serie- en la parte superior, que además se despliega de noche hacia la zona central en un sólo movimiento y cuenta con una escalerilla, hueco que hace las veces de mesilla de noche -como en la otra cama-, tomas USB para conectar móviles, portátiles o tabletas, luces de LED (como en todo el perímetro habitacional)… Está más pensada para niños que para adultos, aunque he podido dormir allí sin problemas en diagonal, con cierto cuidado, eso sí, de no estirar los brazos hacia arriba y dañar la cortinilla de la ventana (que también es mosquitera y da paso a una apertura totalmente practicable, igual que en baño y parte posterior, mediante manivelas escamoteables).

El hecho de que no se despliegue hacia arriba esta cama permite además que se pueda usar con independencia de las condiciones meteorológicas externas, lo que es una ventaja para el otoño y el invierno, si llueve o si hace frío, viento… Todas las ventanas laterales también son practicables (se despliegan hacia fuera) y cuentan igualmente con cortinilla opaca o mosquitera, aunque también se pueden dejar abiertas para que el aire circule libremente y entre más luz. ¡Las posibilidades de ventilación cruzada se cotizan mucho en una acampada!

El mueble de la cocina resta muy poco espacio e incluye de serie dos fuegos alimentados por gas, fregadero con grifo extraíble de agua fría y caliente, la nevera con congelador que hemos mencionado -con interruptores de apagado y de luz, para evitar que suene el motorcillo si no vas a usarla-, encimera, cajones, tomas de corriente exteriores para abrir la puerta corredera y hacer vida en el exterior -con la mesa de dentro, el toldo y las sillas plegables que hay en las puertas traseras (todo igualmente, de serie)-…

Y para darle más autonomía al conjunto (algo especialmente importante en tiempos de coronavirus), entre los dos asientos para pasajeros (con cinturón, reposacabezas, isofix y acceso inferior a la calefacción autónoma en esta unidad -un poco incómoda de regular al estar tan abajo-) y la cama principal, tienes un baño completo, con WC químico, espejo, baldas y percheros, lavabo plegable y grifo con manguera extraíble que hace las veces de ducha (con agua fría y caliente). ¿Quién da más?

PRUEBA: Volkswagen California T6 Ocean 2.0 TDI 198 CV

Tras la prueba de la Volkswagen Grand California 600 y preguntarnos si está a la altura de su fama y costes de adquisición, podemos concluir que sí. Se trata de una de las mejores furgonetas camperas del mercado en cuanto a calidad, prestaciones y equipamiento, si bien el precio de partida es elevado hasta para un segmento que no es nada barato y que ahora se ha vuelto a cotizar más por la pandemia -incluso en el negocio de alquiler-. Pero hay que reconocer que, si no son un problema para ti ni el presupuesto, ni las dimensiones ni la altura del conjunto al planificar la ruta, contarás con toda una ‘casa’ con ruedas llena de comodidades, con cierta agilidad de maniobras, consumos que no son una locura… y un sinfín de posibilidades para disfrutar con hasta tres personas más de viajes muy largos, rutas itinerantes o hasta improvisadas escapadas de fin de semana, tanto en verano como en los meses más fríos, en los que no te importe tampoco pasar muchas horas en el interior. ¿Te animas a vivir en ella tus próximas aventuras?

PVP unidad probada (con pintura bicolor, llantas de aleación, calefacción autónoma): 86.985 euros.

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