Dormitorios de verano: 60 ideas y fotos con propuestas frescas, bien decoradas y llenas de ideas

2023-02-22 16:33:40 By : Mr. Tina Xu

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Ropa de cama fresquita, colores ocres, azules y verdes que invitan al relax y estampados veraniegos son clave para conseguir un dormitorio de verano. Estas 60 ideas te inspirarán. 

Periodista especializada en decoración

Periodista especializada en decoración

Dar la bienvenida al buen tiempo es taaaan fácil... Lo recibimos con los brazos abiertos tras un invierno que, aunque cada año es menos frío, se nos hace bastante largo. Por eso, cuando los termómetros empiezan a subir nos damos cuenta de que sí, de que realmente echamos de menos el sol, el terraceo y sobre todo, esos días que se alargan cada vez más. Estos 60 dormitorios te inspirarán para darle al tuyo un estilo fresco, acogedor y, sobre todo, ¡muy veraniego! 

Este dormitorio es una postal de verano. En blanco, con una terraza privada para disfrutar de los atardeceres al fresco y con vistas despejadas al mediterráneo. El blanco, que se impone en paredes, cortinas y la cama con dosel, contribuye a refrescar el espacio. 

La decoradora Natalia Zubizarreta apostó por el papel pintado para decorar este dormitorio y ponerle esa nota de frescura y de mar que este espacio, a un paso de la playa, pedía. La ropa de cama blanca y los cojines decorativos en verde y azul, a juego con el papel, completan un look veraniego y estiloso. 

Papel pintado de Gastón y Daniela. Cabecero de TC Collection. Ropa de cama de Lo de Manuela. Mesillas y cómoda de Crisal.

Este dormitorio respira un aire zen. Y la decoración minimalista y sobria y la pátina de color arena que unifica el dormitorio y el baño son en gran medida responsable de ello. Un gran ventanal diluye las barreras in & out y abre este espacio a su maravilloso exterior. En este dormitorio, proyectado por GCA Architects, siempre es verano. 

El equipo de LDFL Studio vistió este dormitorio romántico con una cama con dosel, que "llena" el espacio y crea esa atmósfera femenina, delicada y relajante. Las caídas en lino decoran y sirven de improvisadas mosquiteras en verano. 

En este dormitorio, decorado por Chari Manzano, el jardín parece colarse dentro de casa gracias a su hilera de ventanales. En este verde provenzal dan un aire fresco y natural de este espacio. Las fibras naturales, de la alfombra, la banqueta, la butaca o las lámparas, suman ligereza y refuerzan este sabor natural. 

Este dormitorio respira un aire campestre actualizado. Su techo de vigas de madera y la selección de piezas de aire artesanal, como la escalera o la banqueta de madera, dan ese toque natural, mientras que el suelo de microcemento aporta una pátina más actual. El murete, que no llega hasta el techo para sumar luz, sirve de maxi cabecero y separa la zona de cama del baño en suite. 

Este dormitorio transmite sensación de verano. Por su decoración minimalista y con un aire boho chic tan característico de Formentera, y por sus hipnóticas vistas al jardín, que colorean e inundan de frescor la habitación. 

La decoración de este dormitorio, que pertenece a un cortijo del sur, combina una base tradicional con piezas escogidas de herencia y de anticuario, como la cama de madera, la cómoda y la mesilla. Aunque se impone una base en blanco, se han buscado toques de color, con las puertas y porticones de este suave azul cielo, o la alfombra multicolor. 

Cuando desde la cama ves el mar, como en este dormitorio decorado por Ángeles Rodés, nada debe competir con las vistas. La decoradora apostó por una decoración muy neutra y minimalista, que además de ceder el protagonismo al mar, aligera un dormitorio pequeñito. El blanco de paredes y estores y una ropa de cama en un suave beige refrescan una atmósfera que invita al descanso. 

Este dormitorio, decorado por Bàrbara Serra, respira un aire rústico pero urbano. El precioso techo tipo volta catalana le da carácter sin restar luz, gracias al entrevigado en blanco, y el verde con el que la decoradora ha pintado la pared del cabecero evoca la naturaleza y crea un refrescante efecto envolvente. 

Pocos colores dan tanta sensación de frescor como el blanco. Con la ventaja de ser una opción muy versátil, ya que basta vestir el espacio con textiles abrigados para caldearlo de inmediato. Aquí, la decoradora Isabel Otero ha optado por un total look en blanco, que crea una atmósfera sosegada, fresca y serena, y lo ha vestido con toques de estilo, como los azulejos artesanos junto al cabecero, que dan un toque delicado y chic con sus brillos.

Este dormitorio, decorado por Isabel Flores y Nuria Almansa, es una invitación al descanso. Blanco, con pinceladas clásicas, como la banqueta a pie de cama o el galán de noche, y toques de estilo, como el original papel pintado de la pared del cabecero que simula cuarterones, es fresco, ligero y muy veraniego. 

El blanco es impone en este dormitorio, presente en las paredes, las vigas del techo y las contraventanas de madera maciza, logrando un look relajante, tradicional y una base perfecta para el resto de elementos, como la butaca o la silla de aire francés o el precioso suelo tradicional de barro cocido. 

Este dormitorio, decorado por Marta Xuclà y Blanca Berenguer, respira un sabor provenzal. Para lograr este aire campestre ligero y luminoso se ha partido de una paleta cromática dominada por el blanco en todos sus matices cálidos, creando una base serena y acogedora. Pocas piezas y sencillas para no recargar un espacio de por sí bello. Y las notas de color (beiges y rosas empolvados) sutiles y sin contrastes marcados.

Si te gustan los tonos oscuros para vestir la cama por el contraste que se produce con el blanco de las paredes pero temes que quede un dormitorio demasiado serio, equilibra. ¿Cómo? Elige muebles y complementos de materiales frescos que aporten calidez, como madera y fibra natural, y algún toque mostaza que dinamice. ¡Nos encanta el ventilador de techo vintage, a juego en color con el banco a pie de cama y ese sobre de cuero entrelazado! 

Introduce en tu dormitorio alguna pieza de fibra natural y lograrás que se instale en él el verano, como por arte de magia. La interiorista Júlia Casals optó por colocar un cabecero, diseñado por ella, a partir de una alfombra de ratán y lo acompañó de una alfombra del mismo material. El resultado fue este dormitorio fresco y súper alegre.

El dormitorio es la estancia de descanso por excelencia. Necesita una deco en la que predominen colores suaves que inviten a la relajación, pero sin caer en el aburrimiento. Fíjate en esta estancia de paredes imperfectas pintadas de blanco acompañadas de textiles en tonos azul turquesa, gris y coral. ¡Irresistible!

Si tienes una casa de campo, deberías respetar las tradiciones arquitectónicas de la zona ¡incluso en el dormitorio! Mira este cuánta personalidad transmite con su arco de piedra marés (típica de Baleares) que, integrado en la pared, hace las veces de cabecero, enmarca la cama y le da frescor. Las vigas de madera, el uso de lino en textiles, los tonos verdes y la cama con dosel, elegida por las interioristas Marta Jaúdenes y Olivia Reina, del Estudio LF91, refrescan la estancia y le dan un aire romántico.

El uso de blanco, madera y fibra consiguen la dosis perfecta de relax y armonía que necesita un dormitorio de verano. La interiorista Blanca Tey se ha encargado de equiparlo con un cabecero de obra y piezas de anticuario, como las originales mesillas de noche en azul cielo o la antigua cubierta de puerta que decora la pared y hace de cabecero. En la ropa de cama no podía faltar el guiño marinero, azul y con rayas, que aporta frescor.

Tener como vecino de enfrente al mar es toda una ventaja en un dormitorio de verano. Para decorarlo qué mejor que optar por una base neutra y pequeñas pinceladas de turquesa, en detalles. Es lo que ha hecho en este de la imagen la interiorista Cristina del Valle, garantizando la luminosidad y el frescor, a partes iguales.

Si te gusta el dibujo capitoné pero ya tienes tu cabecero recién tapizado de lino, llévalo a tu dormitorio de verano de manera original. Forrando un asiento o revistiendo la pared del cabecero, como han hecho aquí las interioristas Cristina Afán de Ribera y Loreto Valbuena. Para ello han elegido un papel pintado geométrico que simula el trazado capitoné. Además de fibra y madera han utilizado piezas de metal que aligeran el cuarto.

Las clásicas rayas azul marino —que tan bien definen el sentir vacacional— han dado paso en este dormitorio abierto al jardín a otras en gris que lo actualizan. Las vemos en la ropa de cama y también en la original pared del cabecero revestida con papel textil de algodón. El ambiente sosegado y refrescante que se respira es obra de The Room Studio que, como en toda la casa, buscaba "darle un punto de sofisticación a cada estancia". El resto de la casa se reformó para disfrutar de las vistas. 

Despertarte cada mañana y ver en primer término la isla de Portitxol en Jávea es todo un lujo. Más que un dormitorio de verano parece un balcón al mar. El interiorista Pablo González enfrentó la cama a la ventana para que sus dueños pudieran disfrutar de unas vistas  de postal. Ropa de cama en color coral y piezas de fibra lo completan.

Si tu dormitorio da a zonas ajardinadas, lleva ese ambiente fresco a su interior. Es lo que hizo en este cuarto de tonos neutros la interiorista Paula Rombys al escoger la colcha en el mismo tono verde que los árboles del exterior. ¡Qué manera tan sencilla de conectar con la naturaleza! Una butaca de lectura y un banco a los pies de la cama refrescan la estancia.

¿Quieres prolongar el verano en tu dormitorio? Integra flores naturales o como principal motivo en ropa de cama o revestimientos. Elige un color fresco y el resultado saldrá reforzado. Las interioristas Marta y Marieta Yanguas y Marta Gómez de la Serna optaron en este dormitorio infantil por cubrir la pared del cabecero con un papel de florecillas azul provenzal. Color que también eligieron en la puerta de entrada y los textiles.

El rosa es un color alegre que transmite mucha calma por lo que llevarlo a tu habitación será una gran idea. La interiorista Marta Tobella ha utilizado un tono asalmonado en el cuadro que decora la pared y va in crescendo en la ropa de cama. Junto a él, el gris pone la nota de contraste.

La vista de la playa bajo la terraza se refleja en la cama de este dormitorio de verano decorado por la interiorista Marta Tobella en azul y beis, los colores del mar y la arena. Exterior e interior se aúnan en un mismo escenario.

Los colores elegidos en la ropa de cama son capaces de transformar un dormitorio de invierno en uno de verano. Los tonos terrosos que hace meses vestían de calidez la cama ahora se han sustituido por azules lisos y rayados que le dan un aire marinero. La presencia de piezas de fibra ponen la nota refrescante y el orden rebaja la temperatura.

El sol radiante de los días de verano cobra vida en este dormitorio gracias a los tonos mostaza que visten la cama. Los tonos arena del pavimento de madera, la pantalla de la lámpara y la butaca le hacen súper acogedor. Para equilibrar tanto chute de luz, la interiorista Sandra Vergara cubrió el suelo con una alfombra de motivos geométricos en azul.

En zonas de sierra y montaña, las noches de verano suelen ser frescas. En este dormitorio clásico, la interiorista Paula Rombys juega con los tonos terrosos de la estructura de la cama para combinar las mantas, según la temporada. En verano, la manta beis suaviza y refresca el ambiente, a juego con las vigas, el suelo y las contraventanas. En invierno, cede su puesto a la manta más oscura que es la que queda a la vista.

¡Cuánto nos gusta el uso del rosa empolvado en los dormitorios de verano! Da una sensación de paz que te hace sentir súper a gusto. En este dormitorio rústico, las interioristas Marta y Marieta Yanguas y Marta Gómez de la Serna llevaron ese color a los textiles que cubren la cama y al banco mirador con vistas al campo.

¿Hay algo más refrescante que despertarse por la mañana y que la primera visión sea un jardín con piscina? Es lo que ocurre en este dormitorio en suite vestido de azul, en el que además se han integrado la bañera y el lavabo como un guiño a la proximidad del mar. ¡Todo un paraíso hecho a medida! 

Madera, fibra y rayas es la combinación súper refrescante de este dormitorio propiedad de la interiorista Marta Tobella. Eso sí, en esta ocasión el tradicional azul da paso al gris y al negro para poner el contrapunto al luminoso blanco.

Resistente, duradera y sostenible, la piedra es además el mejor aislante natural tanto térmico como acústico, con lo que restaurar o instalar este material en fachadas e interiores equivale a tener frescor y tranquilidad garantizados. En este dormitorio de techos altos, se ha respetado dejándola a la vista en una de las paredes. ¡Menudas siestas al fresco se avecinan en él! ¿Quieres conocer una casa rústica de piedra con interiores de ensueño?

El azul grisáceo de textiles y carpintería envuelven de frescor a este dormitorio que destaca por su anchura, su impresionante cabecero de madera y las antiguas contraventanas lacadas en azul apoyadas en una pared. Fíjate cómo los rayos de sol frenan su presencia justo a los pies de la cama, como si al llegar a la colcha los repeliera. 

Azul bebé, turquesa, índigo... No hay nada como mezclar varios tonos de azul para bajar los grados a una estancia. Es lo que se ha hecho en este dormitorio al vestirlo con ropa de cama que salta del azul al verde y viceversa. El cabecero y la escalera de madera, más la presencia de fibra, aportan naturalidad a un ambiente ya de por sí sencillo.

Los papeles pintados también juegan un papel primordial a la hora de refrescar y renovar una estancia. Opta por tonos verdes, azules o neutros y estampados ligeros a base de motivos botánicos, marineros o florales, como el de este dormitorio tan delicado. Si empapelas solo una pared, por ejemplo la del cabecero, evitarás saturar el ambiente.

El amarillo del sol y el azul del mar forman un buen equipo ¡y si no mira lo bien que armonizan en este dormitorio tan fresh! ¿Qué te abruma ver el papel pintado también en el techo? Déjalo en blanco ¡y listo!

Ya sabemos que te encantan los dormitorios blancos llenos de luz pero ¡ojo! porque abusar de este no color puede saturar tu retina y darte un "flashazo" nada agradable. Lo mejor es introducir en él pequeños toques cromáticos en azul o verde —depende de lo que veas a través de la ventana, el mar o un jardín—. Con este tip, lograrás minimizar tanta luminosidad y reducir unos grados la temperatura focal. Por cierto ¿te has fijado en las formas sinuosas del dosel? 

La proximidad de la arena y el mar se dejan notar en este dormitorio que ha adoptado la madera natural en su cabecero y los tonos aguamarina en la ropa de cama. Permanecer en él y cerrar los ojos será una sensación muy parecida a pasear por la orilla de la playa sintiendo el roce de las olas sobre los pies.

Cuantos menos accesorios tenga un dormitorio, mejor. La abundancia de objetos, sobre todo en entornos infantiles, crea desorden y eleva la temperatura. Unas camas básicas, como estas literas de obra, sobre un colchón firme y una ropa de cama de algodón en tonos sosegados serán suficientes para vestirlas y refrescarlas. El curioso diseño de las literas espaciadas evitará que los niños se sientan encajonados uno sobre otro. Una caja boca abajo servirá de mesilla y unas cestas bajo la cama almacenarán juguetes y libros.

Tarima, cabecero y dosel de madera en una sola pieza. Cortinas blancas, frescas y livianas que dejan pasar la luz lo justo y ropa de cama en tonos beis y mostaza para dinamizar el dormitorio, abierto a una amplia terraza. ¿Quién no querría dormir aquí y enmarcar sus sueños?

Es lo que sentirás tumbada en esta amplia cama con dosel de estilo colonial. El dormitorio se ha ubicado frente al mar, junto a la terraza, con unas cristaleras que se abren y cierran al gusto. ¡En una estancia así solo te apetecerá desconectar, presenciar cada uno de los atardeceres al fresco y dejarse mecer por el vaivén de las olas! En definitiva, disfrutar del verano.

Divisar el faro o una luz lejana perteneciente a un barco mercante es una gozada. En este dormitorio, decorado en beis y azul, lo tienen fácil mientras se relajan plácidamente tomando la última copa en la terraza o tumbados dispuestos para dormir mientras se oye a lo lejos una sirena. El proyecto es de Alto Interiorismo/Grupo Integra. ¿Quieres conocer el resto del apartamento de verano?

Si tienes alma de mariner@, este dormitorio te enamorará. Su estilo navy no solo se deja entrever en la ropa de cama y en las cortinas a rayas azules y blancas, sino que se ha enfatizado aún más con un precioso papel con barquitos veleros navegando por el cabecero. ¿Puede haber algo más fresco?

El blanco se siente muy bien acompañado en este dormitorio por malvas, lilas y azules, que decoran tanto los textiles de la cama y la puerta como la carpintería de la ventana. Colores frescos que evocan la isla de Formentera, donde está ubicada la casa. Si así de bohemio es el dormitorio, ¡no te pierdas el resto de la casa! ¡Todo un canto a la libertad!

Cuando el mar se cuela por tu ventana ¿qué mejor manera de vestir la cama que con sus colores? Aquí se han combinado las sábanas de lino en color azul con una colcha y unos cuadrantes blancos. Y así quedan ¡tan frescos!

Los motivos botánicos son perfectos para refrescar cualquier ambiente, y en el dormitorio quedan perfectos. Prueba de ello son los magníficos helechos que salpican la pared de este cabecero. ¿No te parecen ideales? También se llevan palmeras, hojas de monstera y ramas de algodón, que causan el mismo efecto. Y como fiel compañero cromático, al verde le acompaña un alegre amarillo en su versión más apagada, el mostaza. Lo vemos en la ropa de cama que transmite la vitalidad precisa para mantener una actividad relajada. Y en cuanto a los materiales, fibra y lino son los elegidos. ¿Te gustaría hacer una escapada a esta casita rústica de Cádiz?

Los colores serenos y naturales, como la gama de los tierra, son perfectos para crear ambientes relajados. Y si no mira bien este dormitorio ¿a qué desprende altas dosis de tranquilidad? Y esas palmeras que se divisan por la ventana ¡qué fresquito desprenderán por la noche!

Si el exterior de tu dormitorio está rodeado de árboles tiene muchas papeletas de ser un lugar fresco. Como este de la imagen, que estrena look con vigas reformadas, vestidor y abierto al baño. Se vistió de lino en colores crudos lo que aumenta aún más la sensación de paz que lo envuelve y la invitación al descanso. El proyecto de Lizarriturry Tuneu es digno de ver. ¿Quieres visitar esta masía centenaria de piedra? 

La calidez de la madera se equilibra con la frescura de los textiles en un color verde. El resultado es este dormitorio acogedor que impregna de serenidad el ambiente. ¿No te parece perfecto?

El rosa, el lila o incluso el beis de la ropa de cama y los cojines tienen un punto empolvado que los hace cálidos y frescos a la vez. La puerta pintada de azul es todo un acierto porque lo asocias inmediatamente a esos pueblos marineros que pueblan el Mediterráneo. ¿Te has fijado en el divertido dosel en forma de carpa?

¿Te gustaría que tu dormitorio transmitiera vivir en un eterno verano? ¡Este lo hace! Con el mar que se cuela por la ventana, el azul se ha trasladado a los papeles pintados y a la colcha de Toile de Jouy, a juego. Un resultado muy romántico ¿no te parece?

Este dormitorio presume de blanco en suelo, paredes, cortinas, mobiliario y ropa de cama. No es de extrañar que transmita luz, frescor y una apacible sensación de paz. La colcha en beis y rosa, a juego con los cojines, da la dosis de vitalidad necesaria, sin caldear el ambiente.

¿Qué tendrá el color verde que nada más verlo logra rebajar la temperatura de un plumazo? El plaid y los cojines que visten esta cama lo consiguen y además traslada este dormitorio de blanco sublime en medio de la naturaleza.

El blanco y azul es, sin duda, la combinación ganadora del verano. Si eliges un tono de azul intenso, mejor resérvalo para los complementos, como se ha hecho aquí con el plaid y un cojín. El dosel metálico de la cama aporta ligereza a este dormitorio de marcado estilo rústico. ¿No te parece escuchar fuera el trinar de los pájaros?

Flores y más flores. En el edredón, de Designers Guild, y en los cojines, que combinan diferentes estampados pero todos ellos florales. Al entrar en un dormitorio tan ideal como este, creerás estar paseando en medio del campo.

El azul del cielo y del mar, el blanco de las nubes y el verde del paisaje. Este dormitorio, con unas inmejorables vistas de Mallorca, transmite frescor a raudales. El dosel le da un aire romántico y la mosquitera se hace necesaria para protegerse de mosquitos y preservar la intimidad.

¿Sabías que el color azul relaja y refresca al mismo tiempo? Por eso es uno de nuestros favoritos en dormitorios de verano. Y no solo en los textiles, sino también en las paredes, combinados siempre con el toque de luz excepcional del blanco.

Madera decapada, mucho blanco y esos pequeños detalles rústicos, como la silla verde o el ventilador de aspas, hacen que la estancia tenga ese algo especial. ¡No hay duda! Este dormitorio grita ¡vacaciones! por todos sus costados.

Pero por la noche no queremos sudar en demasía ¡y menos dormir con las sábanas pegadas! Eso tiene fácil solución (sin recurrir al aire acondicionado o al ventilador): debemos preparar el dormitorio para el calor. Y no basta con quitarle capas a la cama, como si de una cebolla se tratara, sino de elegir los textiles más adecuados que permitan mantenernos frescos durante las noches cálidas.

¿Estás pensando en renovar la ropa de cama para inmunizar tu dormitorio contra el calor? Te damos algunos tips.

"Linos, sedas, gasas... son materias primas que no pueden faltar en la ropa de cama de un dormitorio de verano" —afirma el interiorista José Arroyo. Todo sobre una base de un revestimiento continuo: arcilloso, mate y en tonos ocres".

El algodón o el lino son los materiales más frescos para vestir la cama en verano. Son muy ligeros, de textura lisa y tacto muy agradable, importante en verano ya que nuestra piel suele estar más en contacto con las sábanas.

Un factor clave a tener en cuenta a la hora de comprar la ropa de cama y los textiles es asegurarse de que los materiales sean transpirables y faciliten una buena ventilación. En este sentido, las fibras 100% naturales siempre son un acierto, sin embargo, son más delicadas que las que incorporan mezcla de poliéster, y en muchos casos es necesario plancharlas.

Si el material es clave para asegurarnos un descanso fresco, también tiene su importancia el color. Y es que los colores son un buen regulador de la temperatura y la calidez o frescor de un ambiente. Así, durante los meses más calurosos, apuesta por colores claros y empolvados y evita los más cálidos en sus tonos más intensos, como el rojo, ya que "elevan" la temperatura visual del dormitorio. Azules, grises, verdes, lilas, rosas en sus tonos pasteles y más pálidos, y por supuesto el blanco, son un acierto seguro. Descubre más sobre los efectos del color en la decoración y tu salud.

Si quieres trasladar el buen tiempo a tu cama, elige un plaid o unas sábanas con pequeños estampados florales, siempre tienen menos peso visual que los grandes motivos. Con el fondo en blanco se verán más luminosos y frescos. Motivos marinos, sobre todo si estás en la costa, nunca fallan para refrescar la cama.

Verano y alfombras no son términos incompatibles. Cuando el calor aprieta parece que apetezcan menos, pero las alfombras pueden dar un toque de color al dormitorio o intensificar la sensación de frescor. Basta con acertar con el material. Si apuestas por las de algodón, elígelas de pelo corto y de colores claros, siempre darán mayor sensación de frescor. Otra buena opción son las de fibras naturales (sisal, yute, cáñamo...): visten el suelo, transpiran y ayudan a regular la humedad ambiental.

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